Seis puntos esenciales para proveer soberanía alimentaria

De forma general, el concepto de soberanía alimentaria se maneja como una función propia del estado, donde éste es el principal responsable de proveer los medios y los recursos suficientes que garanticen el acceso a alimentos sanos y suficientes a la población; sin embargo, debido a la crisis alimentaria del 2008 y a la volatilidad de los precios internacionales de algunos alimentos  los gobiernos se han visto obligados a centrar su atención en las políticas alimentarias y el apoyo al sector rural. La opción por el concepto de soberanía alimentaria es, claramente, una opción a favor de la agricultura familiar.

Una de las diferencias entre seguridad y soberanía alimentaria radica principalmente en que la seguridad no establece juicios entre la concentración ni en la propiedad de los medios de producción clave, como la tierra o, más contemporáneamente, el acceso a la información, es decir no importa en manos de cuantos esté la producción de alimentos en tanto se cumpla con el abasto de los alimentos; el concepto de soberanía alimentaria parte justamente de comprobar la asimetría en los distintos mercados y espacios de poder involucrados, por ejemplo, en los ámbitos de las negociaciones comerciales multilaterales, es decir, la soberanía alimentaria se enfoca en establecer igualdad de oportunidades en cuanto a la producción y competencia sin importar el tamaño del mercado; otra diferencia radica en la forma de producción, en la literatura especializada, se reconocen tres grandes patrones tecnológicos: la llamada agricultura industrial, que se basa en el uso intensivo de combustibles fósiles; la agricultura biológica, que utiliza biomasa y biotecnologías, de las cuales los OGM son apenas una parte, y, más específicamente, la agricultura orgánica, que supone procesos que requieren de diversas formas de certificación.

El concepto de soberanía alimentaria está claramente orientado en primer lugar a la agricultura en pequeña escala (incluidas las actividades ganaderas, forestales y pesqueras), no industrial, preferentemente orgánica, que se relaciona sobre todo con la concepción de agroecología.

La soberanía alimentaria descansa en consecuencia sobre seis pilares:

  1. Se centra en alimentos para los pueblos: Pone la necesidad de alimentación de las personas en el centro de las políticas, insiste en que la comida es algo más que una mercancía.
  2. Valores de los proveedores de alimentos: Apoya modos de vida sostenibles,respeta el trabajo de todos los proveedores de alimentos.
  3. Localiza los sistemas alimentarios: Reduce la distancia entre proveedores y consumidores de alimentos,rechaza el dumping y la asistencia alimentaria inapropiada, resiste la dependencia de corporaciones remotas e irresponsables.
  4. Sitúa el control a nivel local: Localiza los lugares de control en manos de proveedores locales de alimentos,reconoce la necesidad de habitar y compartir territorios,rechaza la privatización de los recursos naturales.
  5. Promueve el conocimiento y las habilidades: Se basa en los conocimientos tradicionales,utiliza la investigación para apoyar y transmitir este conocimiento a generaciones futuras,rechaza las tecnologías que atentan contra los sistemas alimentarios locales.
  6. Es compatible con la naturaleza: Maximiza las contribuciones de los ecosistemas,mejora la capacidad de recuperación, rechaza el uso intensivo de energías, de monocultivo industrializado y demás métodos destructivos” (Food Secure Canadá, 2012).

El desarrollo de la seguridad y soberanía alimentaria y de los derechos humanos puede y debería de ser responsabilidad de todos, ya que los dos obstáculos principales para mejorar la implementación del plan adoptado en la declaración titulada Beneficios para Unos o Alimentos para Todos: la ausencia de voluntad política y la falta de medios económicos suficientes.

Para buscar el progreso sostenido como sociedad, primeramente se debe de buscar el crecimiento como individuo, una sociedad de individuos sanos, supone formar una sociedad sana en donde el respeto y la equidad sean parte de las bases donde las oportunidades sean más equitativas.

Los esquemas de sostenibilidad y sustentabilidad empiezan a formar parte de la vida cotidiana cuando se cobra conciencia del impacto que representa en el desarrollo del ser humano, de la sociedad y del medio ambiente

 

Basado del documento “Seguridad y Soberanía alimentaria (documento base para discusión)” FAO 2013

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